Llegarás a mi Logia y sabrás que llegaste,

porque al verme tú en ella yo te haré recordar,

el sublime anhelo que una vez te forjaste

de encontrarte entre hermanos que te sepan amar.

 

Estrechare tu mano con el toque fraterno,

te daré una sonrisa por sentirme feliz,

al saber que has podido escapar del eterno

trabajar que a diario nos mantiene a vivir.

 

Y yo sé que es difícil, el dejar el hogar

y venir a una Logia, para estar entre Hermanos

mas el hombre no vive solamente de hallar

el amor de familia porque somos humanos.

 

Porque hay lazos que hizo nuestro Gran Arquitecto

de ayudar a todos sin buscar recompensa

sin buscar ni favores solo hacernos perfectos

y alcanzar esa meta es lejana e inmensa.

 

Y cuando hallamos dejado esta vida y ya muertos

lleguemos a la vera de quien formo nuestro ser,

le diremos a El aquí estoy mi Maestro

te he servido sin mancha y te he sido fiel.

 

Néstor O. Rodríguez